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Medicina Preventiva Vacunal En El Felino: Importancia de las Enfermedades Retrovirales.

Medicina Preventiva Vacunal En El Felino: Importancia de las Enfermedades Retrovirales.

La vacunación en los felinos es sumamente importante durante toda su vida.  Los planes de vacunas se adaptan al paciente, es decir: si es un gato outdoor (que sale al exterior), indoor (que está dentro de su hogar), que tiene comportamiento mixto (sale y entra), si es un refugio, gaterío o criadero. Siempre nosotros debemos ser responsables como profesionales veterinarios de cual será el mejor plan para su medicina preventiva individual. 

A partir del  año 2020, desde la Asociación Internacional de Medicina felina ISFM y AAFP  han reactualizado el protocolo de enfermedades como la Leucemia e inmunodeficiencia felina, teniendo en cuenta también los lineamientos de 2013 de la Asociación Americana de Medicina Felina (AAFP) de vacunación.

Las enfermedades retrovirales en los felinos: Inmunodeficiencia Felina (VIF) y Leucemia Felina (VileF) son enfermedades complejas y deben tenerse en cuenta en los gatos, más que nada en la medicina preventiva.

La Leucemia felina es transmitida por un retrovirus que puede contagiarse de un gato a otro por contacto directo entre ellos. La saliva y sangre, fluidos, orina, materia fecal, calostro y leche en menor medida, son las formas con las cuales un gato puede enfermar (transmisión horizontal) y la forma vertical, de la mama al bebé, y por lamido hacia ellos. Los felinos que más gravemente se afectan son los kittens, cachorros y adultos jóvenes. La mayoría de las veces terminan con la muerte del gato. 

Cabe destacar que más allá de las formas tan fáciles de contagiar de un gato a otro, también dependerá de la presión del virus, cuánta carga viral haya y cuanto tiempo de exposición tenga un gato u otro con el virus.

La leucemia felina puede afectar a los felinos de dos formas: un 30 porciento de los gatos podrán enfermar de neoplasias (linfomas en la mayoría de los casos) e  inmunosupresión. El resto de los gatos generalmente sufren de afecciones de la médula ósea, las mismas son graves y terminan también la mayoría en la muerte del gato. 

Entendiendo esto, muchos veterinarios nos preocupamos ya que  en países como de Europa y Norteamérica la prevalencia de esta enfermedad es tan baja (del 4 al 10 porciento) y en latinoamérica y aquí en nuestro país la prevalencia es tanto mayor. Por ello se sugiere  un plan coherente entendiendo que la enfermedad puede prevenirse con la vacunación previo test del paciente. 

Lo ideal e indicado antes de comenzar el plan vacunal es realizar la serología para evaluar antígeno contra  VILEF, y en forma internacional se establece comenzar a vacunar al gatito a los 2 meses de edad con la triple felina y la vacuna de leucemia las primeras dosis, a los 21 días se repite la triple felina y leucemia segunda dosis, y a los 4 meses un refuerzo más de triple felina y luego la antirrábica (ver legislación de cada país). Se recomienda revacunar anualmente (tomando la fecha de la primera dosis de leucemia aplicada) de acuerdo al comportamiento del gato. Si el mismo es outdoor, o está en un refugio o criadero deberemos evaluar cuales son los riesgos. Pensar en la posibilidad de que ese gato no tenga un sistema inmune competente será una de las posibilidades de que el mismo pueda enfermar. Es por ello que el profesional veterinario indicará la vacuna anualmente si el gato está en riesgo (contacto con otros gatos no vacunados, o gatos del exterior o de status desconocido). Si el gato es indoor se recomienda dar las primeras dosis siempre, así el gato generará anticuerpos. 

Se indica siempre que se pueda realizar el test serológico (detección de antígeno) antes de la vacunación. Obviamente al ser una enfermedad que tiene varias formas de manifestarse dependiendo de muchísimos factores, a veces los resultados pueden ser falsos  y se requieren de otras técnicas para poder diagnosticar la enfermedad como el PCR.  

La literatura nos indica que se podría vacunar a un gato si no tenemos la certeza de que esté sano (o negativo), ya que en el caso de la vacuna recombinante (la que usamos en la Argentina) no habría inconvenientes. Igualmente se sugiere e indica testear antes de vacunar por mayor seguridad. 

Existen algunos mitos, que se arrastran hace años, y debemos seguir insistiendo en cambiar: años atrás se hablaba del sarcoma post vacunal. El mismo tumor generalmente es un  fibrosarcoma que afecta a los tejidos por inoculación de moléculas varias. Las viejas vacunas  necesitaban ser adyuvadas para mejorar su respuesta, y el coadyuvante utilizado era irritante. Se veían sarcomas asociados a la inoculación de algunas vacunas.

Ya hace muchos años que se sabe que el ¨ Sarcoma post inoculación¨ es una neoplasia asociada a la inoculación de cualquier sustancia irritable en el tejido subcutáneo del gato. Antibióticos de depósito incluso corticoides de depósito  podrían irritar la zona de inoculación del felino. Sumando su  predisposición individual, podrán tener una neoplasia  1 a 6 gatos cada 10.000 gatos. Esta estadística nos dice que es mucho menor la probabilidad de contraer un tumor en un gato que de enfermar de VileF. 

La vacunación es la única herramienta que  protege en un alto porcentaje al gatito y no produce ningún efecto adverso, sino todo lo contrario: puede salvar la vida del paciente

Tener en cuenta que los lineamientos internacionales sugieren vacunar al felino solo en los miembros, nunca en el pliegue de la nuca ya que eso es prohibido y ya es considerado mala praxis. Si  aparece el tumor el mismo podría ser extirpado con márgenes, incluso amputando el miembro, otorgando una buena calidad de vida al paciente.  

Para resumir: el gato debe ser vacunado toda la vida contra las enfermedades virales más comunes (triple felina) y antirrábica. Considerando que la expectativa de vida de un gato podría ser 30 años el paciente debe ser vacunado cada año. Es importante entender que el sistema inmune de un gato senior  (de 10 a 15 años) o supersenior (más de 15 años) será menos competente por la edad y entonces su protección debe ser tenida en cuenta con mayor importancia.

Destacar que el gato debe ser vacunado contra la leucemia felina siempre el primer año de vida con dos dosis y evaluar si se seguirá vacunándose el resto  de su vida, dependiendo sus riesgos. Vacunar a los gatos en los miembros siempre para su protección.

La medicina preventiva en el gato es fundamental: recordemos que es una especie  que  evolutivamente esconde signos, molestias y enfermedades. 

Natalia Luka

Veterinaria UBA  MP 9275. Especialista en Medicina Felina Universidad de Rosario

Certificación en Cat Friendly Practices en la AAFP  2020

Miembro de AAFP. Miembro de ISFM. Socia fundadora de IACERVET. Secretaria de Siavet. Miembro de AAMeFe www.draluka.com.ar
dralukat@gmail.com
Instagram: @dra_luka